BUENOS DÍAS, PLUTÓN
Lo primero que deben hacer ustedes cuando tengan en sus manos los libros de texto del curso que está a punto de comenzar es mirar el de Ciencias Naturales. Si dice que hay nueve planetas en el sistema solar, malo: les han dado a ustedes un libro anticuado; o, por lo menos, un libro que no preveía algo que todo el mundo sabe, pero que, al parecer, no suelen tener en cuenta quienes se ocupan de la divulgación científica: que los destinos cambian, que lo que antaño era blanco, hogaño es negro; y que lo que ayer era planeta, y tenía nombre de dios del Olimpo y figuraba en la exclusiva nómina de nueve que aprendimos en la escuela, ya no lo es; y, si bien mantiene su nombre de dios (Plutón, el de los infiernos), ahora comparte categoría con una cohorte de cuerpos extravagantes, entre los que figura uno llamado Xena, como la princesa guerrera de la tele… Lo dicho: como es imposible que ninguna editorial haya podido adelantarse a este cambio, aprobado por la Unión Astronómica Internacional hac