TODOS ENCANTADOS
Estamos todos encantados de que una autoridad haya venido a presidir este acto literario y se siente a la mesa con el autor, el presentador y el responsable de la institución anfitriona. Pero el gesto de este último se tuerce cuando la autoridad, mientras los escritores peroran, agarra un bolígrafo... y se pone a pintarle gafas y pelos tiesos a la efigie del patrono de la institución, impresa en la convocatoria. *** Cuando hablamos demasiado de nosotros mismos, alguien debería acudir con una escoba a recoger los pedazos de nuestra vida que hemos dejado tirados por el suelo. *** J. me conceptúa defensor del "realismo" en poesía. Qué poco me conoce. Claro que ni yo mismo sabría decir si "defiendo" algo en poesía, como no sea la poesía que me gusta (que no es, en absoluto, algo fácil de delimitar). Ni si la poesía es algo que pueda o deba "defenderse". Sobre todo, si la defensa implica un ataque.