HACHES

Han salido a la luz, a raíz del infame asesinato de la niña Marta del Castillo, las amenazas que el criminal le había dirigido meses atrás en uno de esos “foros sociales” de Internet en el que los dos participaban. Y ha llamado la atención, aparte de lo que el detalle añade al horror de lo sucedido, la torturada ortografía en que estaban expresadas esas amenazas. El dato, cómo no, ha animado fugazmente el siempre aplazado debate sobre el nivel de incultura en el que parece andar sumida buena parte de nuestra juventud, y el consiguiente fracaso de las instituciones encargadas de su educación y de los responsables de que éstas funcionen como es debido. Nadie niega, en fin, que existe una cierta correlación entre las carencias socio-educativas y los extremos de deshumanización y falta de valores que parecen apreciarse en algunos individuos, que vienen a ser la decantación última del desamparo en el que viven capas sociales enteras. Nada más desesperanzador que esas barriadas donde el solo