PAN CON PAN

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Coloco en el estante de novedades El espectador, de Ortega y Gasset, en un bonito volumen en papel biblia que encontré en un baratillo, y que he traído a mi biblioteca escolar en atención a una compañera que me lo había pedido encarecidamente. Qué raro y solo veo este libro entre la clase de cosas que se suelen leer aquí. Sin embargo, debe estar; por lo mismo que en medio de una bandada de pillastres que corretean en un patio debe haber un señor mayor con un guardapolvo y una palmeta (más simbólica que otra cosa) en la mano.
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Vivre sa vie, de Godard. Pero qué aspecto de marionetas tienen estos personajes de cartón piedra que, más que vivir su vida, ponen en pie el desastrado teatrillo de títeres que ocupa la segunda mitad del siglo XX: nihilismo, encanallamiento, mucho inconformismo y... mucha jeta (y no lo digo precisamente por el bellísimo rostro de Anna Karina).
Comentarios
Yo no sé si se lee poco o mucho "en la intimidad", ese lugar recóndito donde algunos despliegan habilidades insólitas, pero puedo asegurarle que en mi ciudad sí se lee -y mucho- en el transporte público, sobre todo en el metro.
Y especialmente las mujeres.
Precioso fotograma.
Saludos
A ver si una mano interesante lo saca del estante a no mucho tardar.