OCURRENCIAS

Hay ocurrencias de Ramón que recuerdan a Gutiérrez Solana; por ejemplo, ésta sobre un objeto visto en el Rastro: Sillones de paralíticos pegados a su asiento: están pidiendo la escupidera. E imagino que, si me diera ahora por releer a Gutiérrez Solana, encontraría en él muchas cosas que anticipan a Ramón. *** Es éste del Rastro, de todos modos, un libro que a veces cuesta leer. Como casi todo lo de Ramón: no siempre tiene uno la cabeza para llenársela de cachivaches. Pero, por lo mismo, hay días en que la prosa discontinua de Ramón es la mejor música de fondo que se le puede poner al estado de ánimo de uno. Hoy ha sido uno de esos días: descoyuntado, rápido, contradictorio, frío y caluroso a la vez, con sus silencios y sus momentos de retórica, plácido y nervioso al mismo tiempo. Durante el trayecto de vuelta en el autobús he rematado este libro. Y me ha dado pena que se acabaran ambas cosas: el libro y el viaje. *** Tiene razón ese lector que me aconseja crear una &qu