PREVIA

Pensando qué decir en la presentación de Ronda de Madrid . Como siempre en estas ocasiones, paso la tarde redactando notas que luego seguramente no miraré. Y es extraña esta sensación de responsabilidad: no tanto por tener que explicar ante un público el hecho, para mí sorprendente, de haber puesto punto final a una triple novela de ochocientas páginas (las que suman las tres entregas de la trilogía), sino por la necesidad de justificar ante mí mismo el tiempo y el esfuerzo invertidos en esta labor. Lo que más pesa a mi favor es el hecho de haberme divertido mientras la efectuaba. Especialmente, mientras redactaba esta tercera entrega, no sólo la más extensa, sino también, en cierto modo, la más personal. Los resquemores que ahora me asaltan, creo, tienen más que ver con la sensación de vacío que sigue a esta dedicación tan intensa. ¿Bastará la redacción -siempre discontinua y azarosa- de algunos poemas -los que tenía en dique seco, postergados por las exigencias de la novela- para c