Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2011

DISPEPSIA

Imagen
Hablando de esto y de lo de más allá, en la sobremesa, este amigo nos hace esta revelación sorprendente: dice ser descendiente directo, por vía femenina, de la hermana del mariscal Bernadotte, general de Napoleón y fundador, por uno de esos accidentes de la política europea de entonces, de la dinastía hoy reinante en Suecia... Inmediatamente bromeamos sobre la urgencia de hacer valer sus derechos a ese trono. Tal como están las cosas en las monarquías europeas, decimos, quién mejor que tú para desempeñar honrosamente ese puesto. Otro que no fuera él ya habría removido cielo y tierra para hacer valer su derecho a tratar como pariente al  actual monarca sueco. Y alguno incluso se valdría de ese parentesco para efectuar algún que otro pingüe negocio... Él no, desde luego. Cuando la curiosidad, hace años, le llevó a recalar en la decrépita casa-museo que la ciudad de Pau dedica al viejo mariscal, el encargado le rogó encarecidamente que le hiciera llegar el árbol genealógico de esa anóni

EN LA RADIO

Imagen
En la radio, dentro del magazine vespertino, el consabido espacio de libros. Lo vamos oyendo en el coche. Normalmente cambiamos de canal, para no aburrirnos. Pero esta vez, por curiosidad, lo dejamos. Hay que decir que la conductora del magazine es una profesional curtida, de ésas que cree que el secreto de la radio consiste en hablar con idéntico entusiasmo, y con las mismas expresiones estereotipadas de asombro, del último disco del cantante guapito de moda y del último premio Nobel de física. El especialista en libros, o así, que ahora la acompaña es de la misma escuela; si acaso, a la arrebatada dicción de su compañera cree necesario oponer una entonación amanerada y campanuda, en consonancia con la categoría de la noble materia de la que se ocupa. Y así, en menos de cinco minutos, enumera una docena de títulos de novelas absolutamente geniales, fascinantes, bien construidas,  "de las que te atrapan desde la primera página". Y de las que, todo hay que decirlo, no pue

DE CABECERA

Imagen
El breve paseo matinal disipa las melancolías con las que me despierto, fruto de la noche mal dormida, del malestar general causado por la medio gripe que arrastro y de otros difusos pero tangibles desacuerdos entre uno y la realidad. Voy a mi librería de referencia, a recoger algunos encargos. Y mantengo con el librero una breve pero sustanciosa conversación sobre la naturaleza elusiva del tiempo en estos días sin obligaciones. No tengo conciencia de haber sido yo quien ha llevado la charla por esos derroteros, pero el caso es que en el autobús venía pensando ya en el carácter elástico que tenían los días en mi adolescencia, por ejemplo, cuando me daba tiempo de estudiar, salir, escuchar música, leer, puntear la guitarra, pintar e incluso escribir, sin que estas acciones se atropellaran unas a otras ni se tradujeran en una sensación de premura o agobios. Pienso en C., en sus días cortísimos, y llego a la conclusión de que la diferencia está en que el actual régimen de vida de los ad

MONEY IS A KIND OF POETRY

Imagen
Definitivamente, no me gusta Wallace Stevens, al que leo en la estela de Pound, los imaginistas y, en general, la  revisión que ando haciendo últimamente de los poetas de vanguardia británicos y norteamericanos. La poesía de Stevens me resulta antipática y pretenciosa. No tiene, ni de lejos, la elocuencia y el poder de convicción de la de Pound -a pesar de todo lo que la de éste tiene de acumulación caprichosa, de cacharrería-; y carece, por supuesto, de la delicadeza y precisión de la de su amigo y coetáneo William Carlos Williams. Sus mejores poemas están, quizá, en Harmonium , su primer libro; descontando de él los ripiosos ejercicios rimados -que este poeta continuará cultivando hasta el final de sus días- y pasando por alto, incluso en los poemas más prometedores -la suite titulada Sunday Morning , por ejemplo-, el inconveniente de que siempre anuncian más de lo que ofrecen.  Más interés tienen sus aforismos o Adagia ; pero incluso éstos se resienten de cierto... despelucham

EL VIRUS

Imagen
Lo mejor de los dispendios culinarios de estas fechas: el aprovechamiento de las sobras. El desayuno de hoy consiste en un mango troceado, unas lonchas de salmón marinado sobre tostadas y unos rosquitos caseros de mi madre. No hay mejor manera de inaugurar esta apacible mañana de día festivo. Se da la circunstancia, además, de que anda uno incubando una gripe benigna, de ésas que se traducen en una especie de adormecimiento no del todo desagradable. Todo lo que me ocurre en las últimas semanas tiene esta cualidad de resaca, no sé si del trabajo excesivo, de las emociones soterradas o de las ansias más o menos desmedidas. Ahora el cansancio y la benévola destemplanza invitan a la serena conformidad, a la reformulación de las ambiciones, a la paz de ánimo. Si todo esto es producto del virus de la gripe, bendito sea: habría que cultivarlo y venderlo en las farmacias. En cómodos inhaladores, quizá.

MI POEMILLA NAVIDEÑO

Imagen
Todo ocurre dentro y fuera. Arde fuera de ti el fuego que por dentro te calienta. Era navidad también: nevaba fuera y nevaba sobre el belén de papel, que era el mundo anticipado. Nevaba por primera vez. Yo ya lo había soñado. Mi poema navideño de 201o, que dejo aquí mientras hace su recorrido el de 2011 . Mis mejores deseos a todos los lectores de este blog .   PARA LOS AFICIONADOS A LOS TIQUISMIQUIS MÉTRICOS. Algunos lectores me han llamado la atención sobre la irregularidad del verso penúltimo: la solución ("nevaba por vez primera") es obvia, pero se pierde el efecto de ralentización del ritmo, tan conveniente para la evocación de la caída de la nieve; y se pierde también la asonancia -redundante, pero efectiva- de este verso con el primero y tercero de la estrofa anterior. Así que dejo el verso anómalo tal como me vino a las mientes cuando escribí el poema.

RECADOS

Imagen
La duda que me asalta siempre que este cuaderno se extiende durante demasiados días seguidos sobre cuestiones exclusivamente literarias: si no me estaré dejando fuera lo verdaderamente importante. La sensación contraria, en cambio, casi nunca se da. Es como si la vida tomada tal cual es no necesitara las compensaciones y complementos que sí requiere la literatura. Pero ¿acaso la mera existencia -y persistencia- de la literatura no demuestra todo lo contrario? *** Dos, tres veces cruzo la mirada con esa desconocida en el supermercado, ante el mostrador de la charcutería. Y ella se da cuenta, lo que me pone en una situación ligeramente incómoda. Y el caso es que el motivo de esas miradas cruzadas no es otro que mi posición, que me obliga a mirar en esa dirección, porque en la contraria no hay otra cosa que un enorme espejo que me devuelve mi propia figura, entre cartelas publicitarias y montones de fruta... Así que, por no tener la mirada fija exclusivamente en las operaciones d

FRÍOS

Imagen
El despiadado frío gaditano, exento de artificios invernales -no hiela, ni nieva- y ni siquiera demasiado intenso, comparado con el de otras latitudes; pero, por eso mismo, tanto más dañino, por actuar sobre gente casi siempre incautamente desabrigada, sobre casas de paredes finas como láminas de cartón, sobre ánimos demasiado poco prevenidos respecto a las crudas realidades del invierno. Me paso la mañana sin quitarme el chaquetón, con el cuello envuelto en una bufanda y alternando entre salas excesivamente caldeadas y pasillos gélidos. Y tengo un recuerdo para la añoranza que decía sentir Josep Pla por los países bien organizados, en los que todas las casas están bien aisladas y cuentan con sistemas de calefacción eficientes. Sentado en mi salón, a apenas un metro del calefactor de aceite, siento en la nuca el tacto gélido de una inexplicable corriente de aire... Y es como si estuviera en una de esas inhóspitas masías del Ampurdán en las que tan infeliz decía sentirse el escritor c

BREVEDADES

Imagen
Casi de una sentada me leo Lengua de madera , la "antología de poesía breve en inglés" que ha compilado Hilario Barrero y editado Isla de Siltolá. Constato, una vez más, el hecho paradójico de que, aunque no hay poeta que no haya tenido alguna vez la ambición de escribir poemas largos, en los que plasmar la totalidad del mundo propio, el lector se inclina indefectiblemente hacia la belleza y, por qué no, la comodidad, de lo breve. De hecho, encuentro en este libro algunos de los pocos poemas que me sé de memoria: de Blake, de Emily Dickinson, de Pound; a los que habría que añadir, ya fuera del ámbito de la lengua inglesa, alguno de Catulo, Fray Luis de León, Verlaine, Antonio Machado, Gil de Biedma... No recuerdo haber hecho ningún esfuerzo por memorizar estas brevedades: se me impusieron por sí mismas, en su condición de acuñaciones memorables, y ahí siguen. Nunca han dejado de acompañarme. Me llega este libro, además, cuando aún ando inmerso en mi revisión de la

EN EL AUTOBÚS SEMIVACÍO

Imagen
En el autobús semivacío, al filo del mediodía del viernes, dos monjas sentadas frente a lo que parecen ser dos viajantes de comercio. Las monjas visten tocas aparatosas y hábitos que las cubren hasta los pies y les hacen parecer figurantes de una película ambientada en los Siglos de Oro. Son forasteras, como los viajantes, y hablan de las bellezas de la ciudad. A los viajantes, que parecen gente apresurada, les recomiendan que no se vayan sin haber visto la puesta de sol, que a ellas les ha impresionado. Los viajantes, a su vez, se deshacen en elogios hacia la ciudad, a la que uno de ellos, recurriendo a un conocido tópico, compara con La Habana, donde dice haber vivido muchos años... En esto, tercia en la conversación una anciana que los ha estado oyendo desde el otro lado del pasillo, donde ocupa el asiento situado frente al mío. Habla esta mujer como lo hacía mi abuela materna: con el habla algo afectada, "fina", aunque inconfundiblemente gaditana, que empleaban las muje

IMPLACABLES

Imagen
Mejor estar siempre ocupado: así es más fácil preservar ciertos espacios de intimidad. Porque, en cuanto uno manifiesta la más mínima disponibilidad, los depredadores del tiempo ajeno se muestran implacables. *** Leyendo a Chaves Nogales -estos absorbentes tomos de obra inédita que acaba de publicar Renacimiento-. El difícil ejercicio de conjugar apasionamiento y distancia crítica. Como dice Muñoz Molina en el prólogo de Defensa de Madrid , este libro "quema entre las manos". Aunque cabría añadir: en según qué manos. Porque, con los testimonios actualmente disponibles -éste de Chaves, los dos tomos de los diarios de Carlos Morla Lynch, etc.- ya tendría que haberse formado en quienes deberían haberlos leído una idea de la Guerra Civil que excluyera parcialidades y se distanciara por igual de los dos totalitarismos enfrentados en esa contienda. Pero, devociones literarias aparte -y Chaves parece estar cosechando muchas-, la idea de una tercera España liberal y democ

OFERTAS

Imagen
Termino la lectura de "Consejo obrero", el relato o "novela corta", como la llama el autor, que cierra A sangre y fuego , la estremecedora colección de narraciones sobre la guerra civil española que escribió el sevillano Manuel Chaves Nogales. Un "consejo obrero" similar al descrito en este cuento fue el que destituyó al propio Chaves de la dirección del periódico Ahora , a pocos meses del comienzo de la contienda. Este hecho, unido a la inseguridad física que el periodista sentía en el Madrid bombardeado por los franquistas y sometido al terror que ejercían las milicias descontroladas, y a la situación de incertidumbre creada por la huida de la capital del gobierno legítimo, fue el que decidió a Chaves a dejar Madrid e iniciar el camino de un largo y definitivo exilio.  Sobre lo que dejaba atrás no se hacía ilusiones; y eso es lo que traslucen las primeras páginas del nuevo libro suyo que he empezado a leer, su colección de crónicas retrospectivas tit

LA NOTICIA

Imagen
Mientras instalamos el mercadillo de cuadros y libros, en el silencio de la mañana soleada de sábado, se nos acerca el viejo M., que se pasa el día paseando por el pueblo su porte algo trastabillante de hombre que fue alto y recio, y al que ahora de todo eso le queda una mirada de condescendiente altivez, no exenta de una cortesía rural y antigua... Se dirige a su convecino, mi amigo pintor, y le da la terrible noticia: unos perros han matado a un niño. Nos quedamos mudos, espantados y, a la vez, algo recelosos de que el viejo pueda estar confundido o exagerando. Pero yo mismo vi esa mañana el coche de la Guardia Civil seguido de una ambulancia. Y aunque pensé que, en ese pueblo con tantos viejos, el motivo de esa irrupción una de esas urgencias rutinarias que no necesariamente están abocadas a acabar en tragedia, ahora ese detalle parece corroborar la terrible historia que acaban de contarnos.  Y, sin embargo... No sé, esperaba uno que un suceso así desatara una conmoción inmediat

LÍMITES

Imagen
A la mitad de esta semana con dos fiestas intercaladas y sin puente. Hay dos maneras de verlo: una semana con tres viernes; o una con tres lunes. Cuando escribo esta nota (martes noche) el ánimo que me domina se inclina más bien a lo segundo.  *** Lo desacostumbrado, en todo caso, es esta especie de ataque de hiperactividad sobrevenida. J.A.M. me ha enganchado para la prórroga del mercadillo de arte en Benaocaz, que se prolongará a la segunda parte del "puente" (para quienes lo hagan, que no es mi caso); al que se suman dos escritores amigos, Charo Troncoso y Antonio Serrano Cueto. Otro amigo me llama para proponerme unos músicos para otra celebración más o menos inminente... Me paro a pensar en esta extraña constitución mía: el entusiasmo se me transforma fácilmente en ansiedad, y en una insincera, pero fundada, añoranza de la ataraxia, que sería mi estado de ánimo ideal, si no fuera porque tampoco sirvo mucho para la vida meramente meditativa. ***.  Para hiperac

EN LA PLAZA

Imagen
En la chimenea del amigo M. ha aparecido un pájaro muerto. Me pregunta, lleno de aprensión, si alguna vez me ha pasado algo parecido. No, de momento. A lo más, he llegado a arrancar alguno ya moribundo de las garras de K. Pero no es lo mismo. *** De mercader callejero, a mis años. Estos amigos pintores me pidieron que me sumara al mercadillo de pintura que pensaban instalar en los soportales del ayuntamiento. Para no molestar a ningún librero, aporto yo mismo algunos ejemplares de mis libros recientes, con la intención de recomprar luego los vendidos en una librería, y respetar así el circuito natural y legal por el que éstos deben circular. Pero, una vez más, creo que he pecado de voluntarismo. Veo el montoncito de libros apilados en una especie de banco viejo de iglesia que ha aportado el ayuntamiento y envidio la vistosidad, la prestancia, de los cuadros colgados en la pared blanca u orgullosamente emplazados en sus caballetes. Qué poca cosa es un libro, siempre, al lado de u

SIN OTRO DESEO

Imagen
Sin otro deseo que el de dormitar. Agotamiento físico y anímico, que no necesariamente equivale a descontento o infelicidad. La noche anterior fue de insomnio, alimentado por las emociones de la tarde previa. Si no fuera por lo altisonante de la declaración, diría uno que ese nerviosismo estaba en relación directa a la responsabilidad contraída. Remataba uno un trabajo importante, sí. Pero, así y todo, cabe hacerse esta pregunta: ¿responsabilidad ante quién? *** "La crisis nos barrerá a todos", afirma RM, con una cerveza en la mano. "Quiero decir, a todos los escritores que jugamos en las ligas menores". Pero esa constatación pesimista debería ser, pienso, un motivo de orgullo añadido. El escritor menor, desconocido, sin público, como un lujo que sólo las épocas afortunadas pueden permitirse.  *** También K. parece más calmada. La presencia estos días de un invitado en casa la tenía alterada. A las amabilidades de éste respondía con bufidos. Pero,