Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2012

UN NUEVO COMIENZO

Imagen
Generalizaciones que son como mandobles. Ésta de Harold Acton, por ejemplo: "La mayoría de los novelistas anglosajones no son sino predicadores que han confundido la vocación". Referida, como parece que está, a Henry Miller y a Hemingway, no puede ser más cierta. Pero la extensión a toda la especie la hace, si cabe, más demoledora. Y es que, a veces, no hay nada más preciso que un disparo al aire. *** A un lado de la calle, manifestantes; al otro, simultáneamente, gimnastas que han salido a entrenar. Y un mismo elemento rítmico, multiplicador de los esfuerzos individuales -y, a la vez, un tanto despersonalizador- en ambos grupos. *** Me trae JM algunos de los libritos que hace en su sello editorial. Son pulcros, delicados y... sorprendentemente modestos. Me dice lo que ha costado hacerlos: no mucho, la verdad. Con lo que suele venderse en una o dos presentaciones quedarían amortizados; siempre y cuando, claro, el escritor se arremangara y se aviniera a vender él m

GIMME SHELTER

Imagen
Me alegro de haber visto Let's Spend the Night Together , el documental que Hal Ashby hizo sobre los Rolling Stones en 1982, antes que Gimme Shelter , el que los hermanos Maysles filmaron doce años antes, centrado en el fatídico Altamont Speedway Free Concert que la banda ofreció en San Francisco en 1970, y se saldó con tres muertes accidentales y un asesinato a cargo de los Ángeles del Infierno. La colorista película de Ashby retrata a la banda en uno de sus mejores momentos profesionales, cuando lo que ofrecían en sus conciertos no era otra cosa que puro espectáculo magníficamente ejecutado. No hay comentarios, no se fuerzan interpretaciones de lo que ocurre en la pantalla, porque posiblemente lo que buscaba Ashby, que admiraba a la banda, era despojarlos de su aura maldita y representarlos como lo que eran en ese momento: los únicos supervivientes de una época cuyos valores y estética empezaban rápidamente a periclitar. Diez, doce años antes, eran otra cosa, como la película d

DERIVAS

Imagen
Derivas de la lectura, facilitadas por la posibilidad de gratificación inmediata que ofrece Internet: las Memorias de un esteta de Harold Acton me llevan a buscar, primero, imágenes de la pintura del español Pedro Pruna, al que el británico saca a colación por la relación de éste con los ballets russes de Diaghilev; a continuación, a leer unos cuantos poemas, que me gustan mucho, de la hoy injustamente menospreciada Edith Sitwell; y, finalmente, siguiendo una sugerencia de ese gran consejero de lecturas y audiciones que es Google, a oír  el lied que compone Benjamin Britten a partir del texto de Still Falls the Rain , el poema que la poeta británica escribió con motivo de los bombardeos alemanes sobre Londres en la Segunda Guerra Mundial... Prudentemente, detengo ahí la excursión, porque el riesgo que tiene consumir demasiadas de estas cerezas prendidas unas a otras por el rabo es la saturación. Y ya son muchos los motivos para sentirse saturado en estas fechas.

ANTES LLEGA LA MUERTE

Imagen
Llevado por lo que han dicho las necrológicas sobre el recién fallecido cineasta español Joaquín L. Romero Marchent -la primera que leí fue la que hizo José Manuel Serrano Cueto -, veo el que dicen que fue su mejor western , Antes llega la muerte , de 1964.  Es, efectivamente, una buena película. cortada según el patrón del western clásico norteamericano, antes de que sobre éste se cerniera la influencia del entonces incipiente spaghetti western . En ese sentido, hay que señalar que este título se estrenó en el mismo año que Por un puñado de dólares , la célebre película de Sergio Leone con la que triunfó la versión tremendista y espectacular que los cineastas europeos hicieron del venerable género estadounidense; y que está, por tanto, más cercana a Dos cabalgan juntos o El hombre que mató a Liberty Valance , por ejemplo, estrenadas respectivamente en 1961 y 1962, que de los últimos estertores del género.  La alusión a Ford no es gratuita. Como Caravana de paz , Dos cabalgan j

LUNA DE PAPEL

Imagen
No la que da título a la película de Bogdanovich, sino la que vi ayer pegada al cielo, al filo de la medianoche, y se mantuvo ahí, rozando el perfil de los edificios altos al otro lado de la bahía, hasta que pareció descolgarse, como si se hubieran roto los hilos que la sostenían, y hundirse en el mar, detrás de la línea de luces del puente... Un creciente de cartón, sobredorado con purpurina. Irreal como un decorado en el que sólo era creíble el incipiente viento sur que empezaba a refrescar la piel y los ánimos. *** El protagonista de  Fiesta (The Sun Also Rises) , la versión cinematográfica de la novela de Hemingway, es impotente, debido a una herida de guerra; herida que, según quiso dejar claro el novelista, no emasculó a su personaje -que, en ese sentido, está entero -. En la burda economía de la película, es el médico quien hace este extraño diagnóstico: el paciente se recuperará completamente de su herida en la columna vertebral, podrá andar, podrá moverse libremente, p

PECES

Imagen
A pesar de que me mantengo firme en mi propósito de no leer periódicos ni seguir ningún otro medio de comunicación, hay momentos en que baja uno la guardia y, ¡zas! se desliza en tus oídos un trozo del aburrido e inmutable discurso noticioso con el que nos llevan castigando meses, o quizá ya años: mientras busco un documental para distraer la sobremesa, me detengo unos segundos en el telediario de la televisión oficial, donde están informando -es un decir- de que casi ninguna comunidad autónoma va a cumplir el límite de déficit prescrito para este año... Menuda noticia para un mes de agosto. Casi prefiere uno algún nuevo avistamiento del entrañable monstruo del lago Ness. Han sido sólo unos segundos, pero suficientes para corroborar que la llamada actualidad no se ha desplazado ni un milímetro en las últimas cuatro semanas; o, peor, que el discurso oficial sobre la crisis, que no pretende otra cosa que culpar de la misma a los ciudadanos, en su condición de presuntos beneficiarios

EL MEJOR

Imagen
A pocos metros del paseo marítimo, ocupado por una multitud endomingada que llena las terrazas y provoca momentáneos atascos en la acera al arracimarse junto a los tenderetes de baratijas, unos chicos anarquistas pegan carteles de lo suyo en los mármoles de un establecimiento de muebles. También ellos tienen apariencia festiva, y ni siquiera el color negro que predomina en sus atuendos los distingue significativamente de la multitud, y más bien les da aspecto de ser partidarios, como muchos de los paseantes más jóvenes, de alguna banda de heavy metal . Tampoco los carteles, pulcramente diseñados e impresos, parecen destinados a espantar los buenos sentimientos burgueses tan pródigamente desplegados en las terrazas colindantes. "Defiende tus derechos", reza el lema, impreso sobre unas siluetas geométricas entre las que se distingue la de unas ominosas tijeras... En torno a los pegacarteles, como si se trataran de cualquier otra atracción en la abigarrada multitud, se detiene

HUMILDEMENTE

Imagen
Querían parecerse a Godard o Antonioni, pero aprendieron a filmar con Roger Corman. Esto, que es bastante evidente para muchos de los cineastas norteamericanos más destacados de los años setenta -lo constato una vez más mientras veo Los ángeles del infierno , de Corman-, podría trasladarse también a muchos escritores: cuando se les pregunta por sus maestros, citan a Borges, a Cortázar, a Faulkner. Pero aprender a escribir, lo que se dice aprender a escribir -o, lo que es lo mismo, a aceptar humildemente el designio de contar historias- lo hicieron (lo hicimos) en los tebeos y adaptaciones literarias de Bruguera... *** Largo maullido lastimero. K. ha visto una salamanquesa en el techo del salón. Y para que no se la zampe en cuanto la hagamos caer al suelo, encerramos a la gata en el cuarto de baño mientras estudiamos la manera de llevar al reptil a la ventana sin que se nos acabe escondiendo debajo de un mueble. Lo logramos, no sin alguna dificultad: al final, opto por atrapar a

PATENTE DE CORSO

Imagen
Calles desiertas. El paseo marítimo, de impronta soviética, pautado por las moles del ayuntamiento nuevo, el polideportivo, el inacabado auditorio, está vacío. Paseantes dispersos, parejas aburridas, algún que otro pescador con la caña al hombro. Se echan de menos las familias enteras que otros años distraían la sobremesa desfilando en formación por la inmensa explanada, todos recién duchados y revestidos de esa sana ufanía que depara el turismo económico a quienes no pueden permitírselo de otra clase. Hijos casados que han venido a pasar el verano en casa de sus padres o suegros, hermanos que comparten piso con hermanos... Hoy, por lo que se ve, ni eso pueden permitirse. "En la segunda quincena mejorarán las cosas", dice M.A., a quien, como a mí, la visión del paseo desierto deja una extraña opresión en el pecho. De vuelta a casa, la fachada del edificio donde vivimos tiene todas las ventanas iluminadas, menos las nuestras. Nadie ha salido. Hace una noche espléndida y la

SARDINA

Imagen
También el verano tiene su programa, que se va cumpliendo con más o menos exactitud. Y una parte que se deja a la improvisación, y que resulta ser -y no hay paradoja- la más previsible de todas. *** Se van espaciando las entradas de este cuaderno. Puede deberse, simplemente, al  ritmo algo más relajado que uno adopta respecto a sus cosas en vacaciones. En todo caso, no es algo premeditado, y ahora pienso que puede tener algo que ver, también, con el ayuno de noticias que me he impuesto. Ese no saber nada del mundo parece tener como efecto la consideración paralela de que el mundo tampoco sepa nada de mí. Qui pro quo . Lo que no quiere decir, desde luego, que uno dé a estas intrascendentes noticias de sí  la misma importancia que a ese acontecer externo que, por consenso más o menos general, consideramos que nos concierne a todos. No, por supuesto: lo verdaderamente importante -permítaseme la inmodestia- es lo que se consigna aquí. *** La demoledora conclusión de Chinatown

ASHBY

Imagen
Veo  Shampoo , una de Hal Ashby que hasta ahora no me había salido al paso. Y me gusta, pese a estar protagonizada por tres actores que, incluso cada uno de ellos por separado, bastan para hacerme desistir de ver una película: el inexpresivo y bobo Warren Beatty, la insoportable Goldie Hawn, la pretenciosa y muy pagada de sí misma Julie Christie. Vaya trío. Y es que, sin duda, lo peor del cine americano de esa época son algunos de sus actores más característicos -no todos: ahí están De Niro y Nicholson por ejemplo-. Pero pese a ese reparto, decía, disfruto con esta especie de adaptación americana de La dolce vita : veinticuatro horas en la vida de un mujeriego empedernido -peluquero, por más señas- en el día en el que Nixon ganó las presidenciales de 1968, lo que significó el fin de muchas de las ilusiones colectivas que habían alentado los mandatos de Kennedy y Lyndon B. Johnson.  En ese ambiente de involución y de liquidación de las aspiraciones de toda una década, este hombre se

EL RARO

Imagen
Me trae C. de Boston un libro de gran formato titulado Years of Wrath, A Cartoon History: 1931-1945 , que es una recopilación de las viñetas que el dibujante David Low publicó en el London Evening Standard durante la Segunda Guerra Mundial y sus preliminares. El libro, editado en 1946, hace honor a su título: realmente, las viñetas de Low constituyen un relato pormenorizado de los acontecimientos políticos, sociales y militares que se sucedieron en ese agitado periodo histórico, a la vez que ofrecen una certera interpretación de los mismos. Y lo curioso es que algunas de las viñetas conservan su mordiente incluso hoy: por ejemplo, una en la que se ve un bote a punto de naufragar en un mar tormentoso. Los ocupantes de la popa tratan desesperadamente de achicar el agua que inunda la embarcación, mientras los de la proa, todavía precariamente por encima de la línea de flotación, suspiran de alivio y dicen: "Uf, qué vía de agua tan  molesta. Gracias a Dios que no está en nuestra pa