RECESOS

Más que un ajuste de cuentas, que también, este Paul Bowles, el recluso de Tánger de Mohamed Chukri es un largo y desordenado desahogo del autor respecto a sus fantasmas, confrontados con los del matrimonio Bowles y los de otros desahuciados de la cultura europea y norteamericana que vinieron a dar con sus huesos en la ciudad norteafricana. Es un libro caótico y apasionado, como conviene a un desbordamiento del alma. Y, como corresponde a esta clase de expansiones, no sabe uno muy bien a dónde quiere ir a parar, una vez obrado su efecto terapéutico, que no es otro que aventar los demonios particulares de un hombre pobre, criado en la calle, a quien las circunstancias han puesto en situación de examinar muy de cerca la catadura moral e intelectual de algunos destacadísimos representantes de la cultura occidental -es decir, desde un punto de vista marroquí , la de los colonizadores- de su tiempo. Y el análisis llega tan lejos que ni siquiera el examinador sale del todo indemne: el