PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO
Parece obligado, en estas fechas, hacer alguna clase de resumen o balance. Otros años lo he hecho: éste no. Si acaso, anotaría que el carácter bipolar de la realidad ha vuelto a confirmarse. Y que quizá el exacto punto medio emocional entre las alegrías -que las ha habido, y grandes- y las penas -que también ha habido, ay- sea la perplejidad. Desde este contradictorio estado de ánimo despido el 2014. Vaya con Dios. *** Quien no agradece los días soleados de invierno, es que no tiene corazón. O que no se resfría nunca. *** Tirar todo lo viejo por la ventana, como hacen en algunos países. Hacer limpieza a fondo; empezando por dentro de uno: darse la vuelta como a un calcetín y sacudir fuerte. A lo mejor así el año que empieza es de verdad distinto. *** Atenerse a un desengaño es también un propósito de enmienda. *** Cuanto más pobre soy, más me doy cuenta de lo mucho que me sobra. *** Voy aprendiendo de este perro: creía que nunca iba a saber orinar como Di