LIGERO DE EQUIPAJE
Hace años un arquitecto me advirtió del peligro que podía suponer acumular libros en un piso pequeño: la estructura de un bloque de viviendas, me decía, no tiene por qué estar preparada para resistir ese peso. Desde entonces miro el techo todos los días, por si las grietas. Y ahora lo del pobre R. de C., muerto mientras intentaba salvar su biblioteca de un incendio. Los libros como trampa, y no sólo en sentido metafórico. Quizá se han convertido en una carga demasiado onerosa para las vidas que se pretende que llevemos hoy. Hace años, recuerdo, estalló una polémica porque el gobierno quiso promover viviendas de treinta y cinco metros cuadrados, como las que se remedan en los expositores de Ikea. En un piso así, escribí en un artículo, no era posible disfrutar, por ejemplo, de ese lujo al alcance de todos que es una pequeña biblioteca. Ahora me siento más inclinado a suscribir lo que decía Antonio Machado: mejor "desnudo, ligero de equipaje"; o Quevedo: "con pocos pero doctos libros juntos". Etc.
Empezar por librarse de los que uno ha escrito: esa rémora.
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Empezar por librarse de los que uno ha escrito: esa rémora.
Imagen: "Emigrantes" de Manuel Martín Morgado.
Comentarios
(Gatoflauta)
Mal de muchos, no es consuelo.!!!
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