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Mostrando entradas de septiembre, 2017

PARA UNA GALERÍA DE ACTRICES: SOLEDAD MIRANDA

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Soledad Miranda en El conde Drácula (1970) de Jesús Franco: no era mala actriz, e incluso podría pensarse que la cualidad "vampírica" que Franco, Portabella -que la dirigió en Cuadecuc Vampir - y otros descubrieron y potenciaron en ella no era tanto un azar de la fotogenia como un estudiado logro dramático. Lo mismo podría decirse de su condición de malsana musa erótica -explotada al máximo en Las vampiras (1971), ya en el límite de lo pornográfico-, aunque cabe especular que esos triunfos de la pura gestualidad acompañada de pocas palabras tenían sus raíces en la ascendencia gitana de la actriz y su cercanía al mundo flamenco y a su repertorio dramático, en el que ocupan lugar no secundario las poses estáticas de pasión o dolor y la expresividad de los desplantes. No otra cosa hace la actriz en brazos del ya experimentado Christopher Lee: poner los ojos en blanco, como arrebatada por un paroxismo musical, y dejarse llevar a esa otra realidad en la que perecen sumirse lo

COMIENZO DE CURSO

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Comienzo de curso. Pese a que ya soy viejo en el oficio, me sigue resultando inevitable cierta sensación de miedo escénico, que en cuestión de horas se convierte en esa especie de soterrada euforia de quien comprueba que algo que inicialmente le causaba algún que otro resquemor se desarrolla sin problemas. Es una curva emocional con la que estoy familiarizado y que nunca me ha resultado paralizante o me ha disuadido de plantearme retos, pero que sí causa desazón por el mero hecho de que se repita una y otra vez en circunstancias parecidas. Luego viene, ya digo, la alegría, la sensación de control, la satisfacción de poseer algo así como los rudimentos de un oficio que al fin y al cabo no se me da mal, y que me evita, entre otras cosas, la necesidad de convertir lo que considero mi otra profesión, la literatura, en un instrumento de supervivencia, con todo lo que eso conlleva. Y es curioso que pocas veces haya traído aquí, a este cuaderno, los pormenores de esta dedicación a la que c

ARROYO Y SOL EN GLENDALOUGH

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Encuentro en En busca de la isla esmeralda , el "diccionario sentimental de la cultura irlandesa" que acaba de publicar Antonio Rivero Taravillo, una entrada dedicada al monasterio de Glendalough y su impresionante entorno natural, al que varios poetas, irlandeses y de otras nacionalidades, han dedicado sus versos. Traduzco aquí, con algunas libertades, uno de los dos poemas sobre ese asunto que escribió Yeats, que parece ajustarse como anillo al dedo a algunas de las fotografías que tomé de ese paraje en un reciente viaje a Irlanda, del que también surgieron algunos poemas que verán la luz pronto. ARROYO Y SOL EN GLENDALOUGH Arroyo y sol rasante atravesaban la espesura móvil, rebosante de júbilo mi corazón también; hasta que un mal recuerdo  se llevó mi atención por otros derroteros. ¿Y quién soy yo, con este corazón impuro de remordimientos, para atreverme a suponer que puedo conducirme mejor o con más juicio que cualquier otro hombre? ¿De qué sol, d

DESUBICADO

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La sensación de desubicación postvacacional ha tomado este año un cariz nuevo. Hasta ahora había sido siempre de carácter más bien auditivo: el canto de los pájaros a primera hora de la mañana, por ejemplo, me trasladaba mentalmente, en sueños, al entorno vacacional, y la ilusión no se disipaba hasta que me despertaba del todo.  Pero hoy he experimentado una modalidad diferente de ese no saber dónde se está: mientras dormitaba en el sofá con el ruido de fondo de un documental de YouTube sobre arqueología egipcia, la media luz en la habitación en penumbra y, sobre todo, una especie de conciencia errónea del espacio circundante me hacían pensar que todavía estaba en la sierra: la cocina a la que debía encaminar mis pasos en caso de que quisiera beber agua, por ejemplo, me parecía que estaba a mi espalda, como en la casa de allí, y no en la habitación contigua a mi izquierda. Y era placentera esa impresión de estar en dos sitios a la vez; o, más bien, al borde de una especie de disyunti