LO QUE IMPORTA


Traer aquí vida, antes que lecturas o películas. ¿Pero no son vida las lecturas y las películas? Pienso en el libro que me ocupa ahora, Carne apaleada de Inés Palou: una terrible novela autobiográfica sobre las experiencias carceleras de la autora, que dio lugar a una notable película de Javier Aguirre que protagonizó Esperanza Roy. Me impresiona como suelen hacerlo las novelas: mediante una especie de ósmosis emocional, por el que uno incorpora a su sentir, antes de ponerlas en juicio, las experiencias de las que la autora quiere hacerle partícipe, dejando actuar sólo en segundo plano el juicio crítico que analiza y deslinda y pone en cuestión. Pero -y aquí la objeción es importante- lo curioso es que, incluso en esa especie de autoconciencia postergada, se abre paso una cadena de pensamientos y recuerdos referidos a las pocas o muchas experiencias propias que uno puede confrontar con las que le cuenta la autora. No ha sufrido uno nunca penas de privación de libertad, pero sí he visitado una cárcel -experiencia inolvidable- o he visto a un chico entre rejas mientras yo, al otro lado, esperaba para declarar en un juicio que no tenía nada que ver con él, lo que no me eximía de sentir un vago remordimiento... También he pasado consecutivamente por un cuartel y un hospital militar, hasta cubrir un trámite que me tuvo privado de libertad prácticamente durante todo un mes... Siento el peso de estas experiencias -muy livianas, si se quiere, en comparación- mientras leo el estremecedor relato de Palou. Y pienso que sí, que la lectura también es vida, y quizá incluso un tipo de vida más intensa que la que se limita al mero acontecer, por activar en el lector la conciencia de habitar por unos instantes tres ámbitos de experiencia distintos y discontinuos, pero ahora sentidos como estrictamente simultáneos: el de la experiencia ajena, vivida desde una absoluta conciencia de otredad; el del momento presente en el que se lee; y el de todas esas experiencias pasadas que la lectura reaviva y actualiza. Vida triple de lector; que, sin embargo, no puede evitar a veces la sensación de que la otra, la verdadera, es la que comenzaría nada más cerrar el libro y, pongo por caso, tomar la decisión de salir a pasear.


***

En la inauguración de la exposición anual de A.R.A., el decano de los pintores locales y, por supuesto, mucho más que un simple pintor local. Si ahora lo es, es porque en su día decidió que su lugar estaba en su pueblo, con los suyos, después de haber visto mundo y haber tenido la oportunidad de entrar en los circuitos en los que se consigue dinero y fama. Ahora es un anciano parco en palabras, discreto, extremadamente atento, con esa tímida cortesía de los campesinos -él no lo es, pero lo parece- y de los viejos que no quieren molestar. Su pintura, en cambio, es cada año más desinhibida y audaz, con una seguridad de trazo y una densidad conceptual que ya quisieran para sí muchos otros pintores que alardean de un virtuosismo falto de alma. Y llama poderosamente la atención que, en este pueblo donde tanta afición hay a la pintura, y donde los pintores más o menos profesionalizados se cuentan por docenas, sólo uno -nuestro querido amigo J.A.M.- haya acudido a esta inauguración, y que el público total de la  misma no llegue a la veintena de personas... No sé. Tal vez esperan a que el viejo les falte para hacerle el homenaje que él nunca ha deseado ni pedido. Da la impresión, de todos modos, de que el aludido no echa en falta a nadie. Ha escuchado con atención las palabras de M.A., que ha presentado el acto; luego se ha desvivido por atender en persona a todos y cada uno de los asistentes, en el patio al aire libre -un antiguo claustro conventual- en el que lucían sus cuadros. Y ha declarado que ya está trabajando en los que compondrán la exposición del año que viene. Y eso es lo que importa. (3/6/2018)

Comentarios

JLO ha dicho que…
que interesante eso de las sensaciones simultáneas al leer el libro, es así nomás. Y también el leer es parte de la buena vida, esa en la cual aprovechás el tiempo de buena forma, saludos...

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