Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2019

EXQUISITOS

Imagen
Comenta nuestro anfitrión, mientras lo ayudamos a partir los espárragos, que le gusta escuchar la radio por las noches y que eso habitualmente lo ayuda a conciliar el sueño. Lo que me resulta. no sé por qué, una costumbre... antigua, de la época en la que los coetáneos de mi padre tenían en mucho llevar encima una radio a transistores y seguir en ella los partidos de fútbol del domingo, por ejemplo. Pero nuestro anfitrión es un hombre antiguo, que no sólo no usa apenas el ordenador, sino que ni siquiera ve la televisión. Lo que crea extrañas paradojas: por ejemplo, el hecho de que su hábito de tener la radio puesta todo el día lo haya acostumbrado a la música de moda, en la que está razonablemente al día, mientras que a mí es difícil que me suene un músico o banda que haya triunfado después de... 1978, pongo por caso. "Definitivamente eres un hombre antiguo con gustos modernos", le digo, "mientras que yo soy un hombre moderno con gustos antiguos". Y a él no le par

CUANDO TOCA

29/12/18 Se agradece que haga frío cuando toca, como se agradece que haga calor cuando corresponde. Hoy he salido de casa a cuerpo, como he venido haciendo en los últimos días de este anómalo diciembre primaveral. Pero se ha nublado de pronto y me he tenido que volver a buscar un abrigo. Y su peso ha sido como una caricia, el abrazo cordial de las cosas que se ajustan a su tiempo y te devuelven la confianza en el carácter cíclico de la vida, que es la única forma de eternidad que conocemos. * La muerte de P. Pasó la tarde en su bar de siempre con su sempiterna copa de tinto delante. Nunca supimos cuántas bebía: por las apariencias, una sola, o quizá ninguna, porque el contenido de la que tenía siempre en su mesa nunca variaba. Pero también era posible que se la hiciera llenar muy discretamente y que la tarde entera en la terraza del bar, hiciera frío o calor, se saldara con una ingesta de vino preocupante... No sé, nunca se le notaba. Tampoco esa vez: subió a casa a la hora d

NUNCA PRESUMAS

Imagen
27/12/2018 Hay razones para sospechar que la novela que gusta hoy a casi todo el mundo no gustará dentro de unos meses, o a lo sumo de unos años, a casi nadie; o mejor dicho: cuando haya pasado ese tiempo, no habrá nadie en disposición de constatar si esa novela sigue gustando o no, porque nadie la leerá entonces, ni habrá quien, en el caso de tropezar accidentalmente con ella, vea motivo alguno para ensalzarla o recomendarla y contribuir con ello a ponerla de nuevo en circulación. Y ello ocurre porque la razón principal por la que ciertas novelas triunfan no es su perfección literaria o su capacidad de reflejar un momento social o un estado de ánimo colectivo, sino su modo de amplificar o quizá sólo enunciar un cierto discurso en el que toda una promoción de lectores se siente reconocida y que, por tanto, resulta muy halagador encontrar en letras de molde. Esa identificación es, por definición, pasajera: en cuanto pasan unos meses los lectores sienten que ese discurso en el que

TRILOGÍAS

Imagen
22/12/18 Paso el primer día de vacaciones haciendo limpieza. Rompo papeles, guardo cosas, despejo las pilas de libro que se amontonaban en mi mesa. Algunos, los ya leídos o al menos "hojeados en profundidad", como decía cierto concejal gaditano, van al estante que les corresponde; otros -unos pocos- se quedan en la mesa, porque doy por sentado que encontraré relativamente pronto el momento de leerlos. Y algunos, ay, los guardo en la caja que más pronto que tarde emprenderá la ruta de alguna biblioteca que admita donaciones o alguna librería de viejo. Y lo cierto es que ni siquiera esta última medida, de enunciado tan taxativo, me parece suficiente, a la vista de la imponente coraza de papel que envuelve mis paredes. Ha hecho varios expurgos en los últimos años y calculo que al menos doscientos libros han emprendido ese camino. Pero tendrán que ser más, si no quiero terminar sepultado en papel; y si cedo por fin a la triste evidencia de que sólo un pequeñísimo porcenta

A LO MEJOR DEBERÍA

Imagen
19/12/18 Empiezo a leer la que la mayoría de los medios especializados consideran la "novela del año". Llevo treinta páginas. Y aunque quien me la prestó me había asegurado que bastaba la primera para quedar enganchado, no me voy a dar por vencido tan pronto por el hecho de que estas treinta  me hayan dejado más bien frío. La experiencia me dice que algunos libros necesitan más tiempo, y que en muchas ocasiones es la parte central o incluso el final lo que arroja sobre el resto una luz decisiva, que realza el conjunto y redime la posible aridez del comienzo. Aún así... no sé, tengo mis dudas de que esa redención se vaya a producir en este caso. En una novela cabe casi todo, pero muy pocas novelas se sustentan en la mera acumulación de desahogos, sin que haya un trabajo previo de definición de personajes, de concreción de ambiente, de previsión de un desarrollo argumental bien articulado. Y de todo eso, me da la impresión, carece esta novela entrecortada, espasmódica, p

SALUDOS

Imagen
16/12/18 Buenos días, primera bocanada de aire frío en el rostro. Gracias por recordarme la intemperie.  Y a ti también, olor del jazminero que perfuma la calle desde su patio oculto, como abriendo las puertas a otra realidad.  Y a ti, muchacha que paseas un perro cabizbajo que parece contar sus pasos mientras corre a tu lado: también yo busco a veces pautas de pensamiento a ras de suelo. Buenos días, amables, madrugadoras empleadas  Hola, funcionarias de mediana edad que esperáis todas las mañanas el mismo autobús que yo y aprovecháis este rato para criticar al jefe de servicio o hacer cuentas sobre cuánto os falta para la jubilación. Hola, perro de ciego que, acurrucado en el pasillo del autobús, junto al primer asiento, que es el que ocupa siempre tu amo, soportas con paciencia, sin mover un músculo, los roces de los que pasan e incluso algún que otro pisotón. Hola, anciana que no alcanzas a ver las cifras impresas en el tique y siempre pides a alguien que te diga s

UNA GOTA MÁS

Imagen
12/12/2018 He buscado esta soledad -quiero decir, que he venido hasta esta cafetería a desayunar a sabiendas de que no me encontraría en ella con ningún conocido-, pero por fortuna no estoy solo del todo. En la mesa de al lado, que quedó vacía hace un rato y que el camarero no ha venido todavía a limpiar, un gorrión picotea los restos de una tostada. En cada bocado arranca lo que parece una apetitosa brizna de miga con mantequilla, que arrebata y alza en vuelo y traga en el aire, revoloteando y mirando acá y allá, por si algún depredador oculto estuviera al acecho. Me alegra comprobar que yo no entro en esa categoría amenazadora. Cuando me levanto para intentar acercarme lo más posible y hacerle una foto, ni se inmuta. Tampoco teme al camarero, con el que se ve que ya tiene confianza: cuando éste retira el plato con el resto de tostada, sigue picoteando tranquilamente las migas que han quedado en la mesa. Es la imagen misma de la abundancia y la felicidad. Yo había venido aquí

QUIZÁ LA FIEBRE

Imagen
10/12/18 Continúa el tiempo primaveral en este anómalo diciembre. Resfriado y todo, me he sentado a desayunar a la intemperie. Menos confiados que yo, los compañeros con los que suelo coincidir en este rato de descanso han optado por el interior del local, donde el televisor atruena y la atmósfera cargada de olores a mantequilla fundida y café resulta, comparada con el aire fresco de la terraza, un tanto irrespirable. Pero no me aburro. Me basta con mirar la rompiente, a unos cincuenta metros de la orilla: debe de haber rocas o un banco de arena y eso es lo que hace que las olas rompan como a cámara lenta o como si una mano invisible pasara sobre su lomo una plegadera que las forzara a doblarse precisamente de ese modo... También la calle ahora parece acallada, como ocurre con las multitudes cuando se derraman por una playa y las distancias absorben y atenúan su fragor. Pienso que tengo mucha suerte de poder disfrutar de este momento; y pienso también que esta ligera sensación

THANK HEAVEN...

Imagen
9/12/18 El cine de Bertolucci -hemos vuelto a ver La luna - ha envejecido mal; Jünger -de quien leo estos días Tempestades de acero - ha envejecido mal; y hasta yo mismo -acabo de mirarme en el espejo para constatar en mi rostro demacrado los efectos de un inoportuno resfriado- parezco contagiarme de esa crisis de perdurabilidad que tan devastadores efectos está haciendo en algunos de mis clásicos.  *** Thank Heaven! The crisis / The danger is past / And the lingering illnes / Is over at last... cantaba Poe en For Annie . Hay pequeñas contrariedades cuyo final bien merece unos versos sonoros como éstos. Como la que, entre comprensibles lloros, nos anunció C. al principio del puente festivo: la habían despedido. Y lo grave no era tanto la noticia en sí -no era un trabajo del que se pudiera esperar otra cosa- como la sensación, por nuestra parte, de que, cuando una persona querida o simplemente cercana nos anuncia, siquiera sea por el tono de su voz, que nos va a contar a

UNIFORMIDAD

Imagen
6/12/2018 "¡Una semana menos!", exclama alegremente este compañero al terminar la jornada del viernes; y del todo ajeno, entiendo, a las ominosas implicaciones de sus palabras, pronunciadas con esa alegre inconsciencia que nos permite vivir. * Cuanto más inhabitable se hace el espacio público, más imperiosa se hace la necesidad de fortalecer los muros que defienden el entorno propio. "Sí", me dice MA. "Pero a veces eso no basta". * ¿Quién, salvo los asténicos y los alérgicos -entre quienes me cuento, ay- no es partidario de la primavera? Sin embargo, también cansa esta especie de primavera eterna en la que estamos anclados, en virtud, dicen, del cambio climático. Salgo a la calle a cuerpo en pleno diciembre, cantan los pájaros e incluso ponen su nota de color en la maleza algunas flores silvestres. También el clima, como las culturas y los hábitos de consumo, tiende a la uniformidad. Y por las mismas causas que todo lo demás. 

EN EL BAZAR

Imagen
La tienda permanece en penumbra, en parte porque la iluminación es insuficiente, en parte porque fuera luce un sol cegador y por contraste cualquier interior parece sombrío. La atiende un marroquí, a quien he mostrado con gesto de desvalimiento el mando a distancia de mi garaje, que ha dejado de funcionar, seguramente porque se le ha agotado la pila. Le digo también que no sé de qué clase de pila se trata, porque nunca antes me había visto en la necesidad de cambiarla, ni cómo se abre la carcasa...  El hombre parece somnoliento. Son las doce y es posible que la inactividad, la semipenumbra e incluso la falta de un tentempié de media mañana hayan obrado su efecto sobre él. Pero me escucha atentamente y de inmediato se pone en acción. De un cajoncillo saca una caja de destornilladores y entre ellos elige el adecuado para aflojar los dos tornillos microscópicos que cierran el aparato. Opera con meticulosidad y precisión, como un relojero: viéndolo trabajar en la penumbra, rodeado de

QUE VAN A DAR A LA MAR

Imagen
Esta pariente avezada en hospitales me dice que el indicio más claro de que el paciente en cuestión va a morir es que la sonda de la orina deja de llenarse. Es decir: desde el momento en que uno deja de ser permeable al ciclo general de la materia, por el que sólo somos un estado transitorio más de ciertos sólidos y líquidos que al final, como decía el poeta, van a dar a la mar, etcétera . *** Componer tu autorretrato -en palabras, se entiende- como si cada trazo, en vez de fijar una línea, fuese el gesto de borrar una parte de tu contorno. El resultado: la invisibilidad. *** Al vino le sienta bien la palabrería en torno al vino, como a la vanidad le sientan como un guante los discursos que niegan la vanidad. *** Días en los que, viendo cómo se agita la superficie del mar, le quedan a uno pocas ganas de saber qué hay debajo (a no ser, claro, que uno sea Poe o Lovecraft). (20/11/18)