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Mostrando entradas de marzo, 2020

VÍSPERAS DE UN VIAJE

27/03/2019 Los viajes primero se viven desde la ansiedad de los preparativos, luego en sus innumerables molestias, sobrellevadas con más o menos paciencia. Y sólo con el tiempo llegan a cuajar en el recuerdo idealizado que normalmente acabamos guardando de ellos, una vez hemos olvidado todas esas incertidumbres e inconveniencias. *** Viajas sólo cuando necesitas que tu entorno habitual se revista a tus ojos del prestigio de lo que se añora.  *** Viajas para desgastar la corteza cálida de la costumbre y que el frío de lo desconocido te estremezca un poco, sólo un poco, lo suficiente para que vuelvas a encontrar confortable ese calor puesto a prueba. *** Buscar en lo cotidiano lo que de pronto te parece inadvertido y exótico, así como en lo ajeno lo que en el fondo te resulta familiar. *** Viajar bajo la autosugestión de que el lugar desconocido a donde vas podría llegar a ser tu casa y ofrecerte, aunque sólo sea durante unos días, la ilusión de rut

UN CUMPLEAÑOS

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(24/3/2019) Casi una semana sin acudir a este cuaderno. Pero cuando hay tanto que hacer que no se encuentra un hueco para venir aquí a escribir, no hay que pensar que es la vida la que se impone y no deja tiempo para la escritura, sino más bien todo lo contrario: que hay modos de ocupar el tiempo que no dejan lugar ni para la vida ni para la literatura. *** Por ser el Día Mundial de la Poesía nos han invitado, a mí y a otros tres colegas, a leer la nuestra en unos conocidos grandes almacenes. No es que se hayan acordado ellos de nosotros, sino que han preguntado a la editorial y ésta les ha dado los nombres que había más a mano; quiero decir, los que no teníamos ese día otro compromiso, lo que indica lo poco que debemos de cotizar en ese mercado, porque ese día no falta en ninguna parte una librería, una concejalía del ramo o un colegio que no organice el consabido acto celebratorio. Y allí que nos vimos los cuatro, en la sección de librería del centro comercial correspon

EL VICIO

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(18/03/2019) En Grazalema. Pasamos por delante de una talabartería y por instinto los ojos se me van, a pesar de la semipenumbra en la que está sumido el local, hacia una estantería llena de libros, al fondo. Me asomo a echar un vistazo. Son ejemplares muy baqueteados de ediciones populares de novelas de cierto prestigio, todas en inglés, que denotan que quien las reunió tenía buen gusto como lector o al menos estaba bien informado. Las miro a mi sabor, porque en el local no hay nadie. Al rato, entra un muchacho y me mira con el gesto de decepción de quien comprueba al instante que el presunto cliente no está prestando la menor atención a las carteras o los bolsos, sino a ese irredimible estante con libros desahuciados. Le pregunto si están en venta. Me dice que no, que puedo llevarme los que quiera y, si acaso, dejar un donativo para no sé qué oenegé: tal fue la voluntad, me explica, de la señora inglesa que dejó allí aquellos libros. "Tenía muy buen gusto", le digo,

POR DEFECTO

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(14/03/2019) Todas las mañanas me despido mentalmente de las cosas que, si nada se tuerce, volveré a ver al día siguiente. Y hago bien: nunca son del todo las mismas que las del día anterior; como tampoco las que ocuparán su sitio cuando yo no venga a saludarlas serán las mismas a las que yo había tratado. * La pregunta ante ése que me mira desde el espejo es: ¿de qué me suena su cara? * Constatar que otros, efectivamente, han llegado más lejos que uno en casi todo aquello a lo que uno ha dedicado lo mejor de sus esfuerzos es también un modo de triunfar, es decir, de marcar las distancias. Y qué grata la soledad... del rezagado. * Lo que menos envidio de otros es que tengan incondicionales. * Cambia el pájaro, no el canto. Pero uno diría que al primero le toca algo de la eternidad de lo segundo. * Algo ha cambiado definitivamente en la percepción que uno tiene se sus cosas cuando empieza a  verlas como amontonadas en una manta, en el Rastro.

SOCIALISMO

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13/03/2019 Quienes la conocieron se mostraron muy parcos en elogiarla por su belleza o por cualquier otro valor de los que entonces, como hoy, se cotizaban alto en sociedad. Enfermiza, quizá tocada por algún tipo de neurastenia, parecía destinada a una vida de flor de invernadero. Sin embargo, un buen día se desembarazó de ese destino, huyó a Italia con su amante y allí escribió lo mejor de su poesía, que, por supuesto, en su tiempo no fue en absoluto apreciada. Ahora el destino ha querido que me haya comprometido a pasar al menos un año y medio de mi vida en su compañía y casi sin posibilidad de dedicarme a otra cosa que no sea mantener con ella arduos coloquios sobre el sentido de su poema más intrincado y ambicioso, que es también el mejor de los suyos y uno de los más sorprendentes de su tiempo. Y creo que merecerá la pena. * Esta camarera nos confiesa, al ver a M.A, trastear con sus gafas de cerca, que lo mejor que ha hecho en su vida ha sido operarse para quitarse l

AGUA Y PLOMO

9/3/2019 Murió la poeta -alguien ha recordado que cuando ella empezaba a escribir todavía se estilaba la palabra "poetisa"- PP, uno de los nombres gaditanos que nutrió la llamada Generación del 50 o del medio siglo, y a uno se le ha pasado por la cabeza, como una película, esa extraña e incluso a veces contradictoria colección de imágenes en las que nuestra memoria condensa lo que recordamos de una persona: la generosidad con la que nos dispensaba su tiempo, por ejemplo, cuando aceptaba participar en alguna de aquellas "tertulias" que, un poco a tontas y locas, organizaban mis amigos más lanzados, que imaginaban que eso era a lo que consagraban su tiempo quienes sentían la inclinación a escribir (a uno, por el contrario, la timidez lo llevaba por otro camino, quizá menos lucido, pero más productivo: el del trabajo en soledad); su indestructible vocación literaria, mantenida a despecho de que su vida familiar, su condición de ama de casa y madre y su voluntaria r

NOVEDADES

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7/3/2019 Anda el mundillo cultural algo agitado por algunas novedades. La primera, que cierta revista literaria de ámbito andaluz y distribución gratuita que editaba cierto imperio mediático va a dejar de publicarse. En sus orígenes, recuerdo, en la década de los 90, esa revista se benefició de los restos de la efervescencia cultural que había tenido lugar durante los lustros precedentes y adoptó los modales de las revistas literarias que la habían precedido. Con frecuencia, la nómina de sus colaboradores coincidía con la que quienes habíamos publicado previamente en Fin de Siglo, Contemporáneos, La Mirada -el suplemento literario de El Correo de Andalucía, que dirigía José Luna Borge- o Citas -el de Diario de Jerez, que hacían José Mateos y Juan Bonilla-. Y, como era una publicación sostenida por un poderoso imperio editorial, pagaban las colaboraciones, lo que era una grata novedad. Dependía entonces esa revista de una fundación impulsada por el grupo de marras y que parecía

JULIETA

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5/3/2019 Viaje de regreso. Nos maltratan en el aeropuerto, como es habitual. En el control de seguridad me obligan a abrir la maleta y a dejar allí un frasco con gel de baño que, al aparecer, excedía por muy poco el volumen máximo de líquido que se permite llevar, Siempre me he preguntado qué hacen con estas cosas. ¿Las tiran, sin más? ¿Se quedan los propios empleados con lo que les parece más apetecible: una colonia, un perfume, un buen producto dermatológico de esos que cuestan un ojo de la cara en la farmacia? O quizá lo donan todo a una oenegé, quién sabe. El caso es que, tras el expolio, ya va uno de mal humor, que se acrecienta cuando llegas al panel informativo y ves que, del centenar de vuelos que se anuncian, el único que no tiene asignada la zona de embarque es el nuestro, el de Jerez. No es la primera vez que nos ocurre, aquí y en Barajas, lo que hace pensar que quizá Aena tiene en poco a ese vuelo de provincias y lo relega siempre al último hueco que quede disponible

URBANIDAD

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3/3/2019 La espléndida mañana de domingo nos ha llevado hasta las escalinatas de Montjuic, que hoy rebosan de visitantes que toman el sol o posan para los inevitables selfies y fotos de móvil con las fuentes en cascada al fondo o de espaldas a las magníficas vistas de Barcelona que se ven desde estas alturas. A mitad de la ascensión, por cierto, nos hemos encontrado con los amigos de Cádiz con quienes coincidimos en el vuelo. Han estado en el Caixafórum y nos recomiendan vivamente que visitemos lo que allí exponen: entre otras cosas, una exposición de Max Beckman, de quien nuestro interlocutor se confiesa admirador, hasta tal punto que nos dice que alguna vez ha intentado copiar alguno de sus cuadros. Pero C., que es nuestra guía y quien ha preparado el programa de actos, tiene otros planes: quiere que entremos en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y que, antes de agotarnos ante la visión de todo lo bueno que allí guardan, veamos la exposición temporal, dedicada al pintor d

CAU FERRAT

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2/3/2019 Hacíamos este viaje, en cierto modo, para huir de los carnavales y, miren por dónde, hemos acabado en los de Sitges, que no son menos zarrapastrosos ni insufribles que los de cualquier otro lugar del mundo. Nada más llegar al centro del pueblo, un pasacalles nos corta el paso. Íbamos con una marea humana que tampoco parecía dispuesta a detenerse, por lo que algunos se saltan limpiamente la barrera que formaban quienes querían ver el pasacalles. Fastidiado, uno de ellos se niega a ceder el paso a otro que pretendía cruzar la calle, lo que resulta en que éste lo embista sin más y el otro, humillado, lo insulte y le diga a gritos que le va a partir la cabeza... Por suerte, unos vigilantes de Protección Civil que andaban cerca han intervenido para abrir un pasillo y permitir que unos crucen la calle sin molestar demasiado a los otros. En estas circunstancias alcanzamos el Paseo Marítimo y nos hallamos ante la vista más famosa de Sitges, la que muestra la línea litoral cerra

DE LA VIDA Y LA MUERTE

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2/3/2019 Por la mañana  me llevan, a petición propia, a Els Encants, que es el Rastro de aquí, aunque concentrado en una especie de nave con cubierta futurista y no extendido por las calles de un barrio -para eso, me dicen unos amigos barceloneses, mejor el mercadillo de San Antonio, los domingos-. Pero lo que hay aquí me impresiona. Hay muchos tenderetes más o menos convencionales, de esto o de aquello; pero lo verdaderamente llamativo son los que se extienden sobre telas, a ras de suelo, en los que lo mismo se encuentran montañas de libros descabalados, como recién sacados de un vertedero, que piezas de artesanía, cuadros y marcos -muchos, de todos los tamaños y estilos, que me hacen lamentar que en este viaje no me sea posible comprar algunos y llevármelos a casa, para mis acuarelas-, espejos, baúles, ropa también como sacada de un contenedor, etcétera. El abigarramiento y la variedad son tan grandes que resulta muy difícil fijar la vista y escudriñar como es d