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Mostrando entradas de julio, 2020

RISAS

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30/7/2019 La comicidad natural del amigo PS. No es de los que tienen un repertorio de chistes y gracias que va encajando según la situación: más bien, lo que realmente divierte al verlo y oírlo es su admirable capacidad de invención e improvisación, que a su vez es reflejo de una inteligencia rápida y desbordante que no tiene inconveniente en prodigarse, que no se guarda nada para sí, a diferencia de lo que haría quien dedicara la suya a otras cosas de más alta cotización en el mercado de los productos del intelecto: pensemos en un músico, un novelista, un poeta, celosamente anotando sus ocurrencias en una libreta más o menos secreta, con vistas a reelaborarlas convenientemente y convertirlas en obras acabadas y, por tanto, listas para ser puestas a disposición de un público.  PS es también pintor; y, por lo que he visto de su obra, es minucioso y delicado. No así su humor, que es fino sin ser rebuscado, que se inspira directamente en el entorno y la ocasión particulares, y que por e

Sueños

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28/7/19 En un desvelo entre sueño y sueño se me ocurre lo que entonces me parece una muy buena idea para un poema: el asunto (el título) y el arranque. No necesito más y tengo la certeza de que, si me hubiera levantado entonces y sentado a escribirlo, el poema habría salido del tirón, como suele ocurrir cuando el impulso es tan claro. Pero calculo que deben de faltar horas para el amanecer y que es más sensato darse la vuelta en el lecho y seguir durmiendo. Mañana, me digo, la idea seguirá ahí. Y, efectivamente, al día siguiente tengo una impresión clara de que en algún lugar de mi cerebro se ha archivado ese título y ese arranque de poema, pero no consigo recuperarlos. Y ahí se van a quedar, me temo, dejando la misma clase de hueco que cuando uno busca, por ejemplo, el nombre de un actor o actriz cuyo rostro le parece estar viendo, y cuyas películas recuerda, y del que ha olvidado solamente... el nombre, olvido que percibe como si en el tejido inextricable que forman todos los dato

UNA TRISTE NOTICIA

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25/7/19 Ojea uno las redes sociales con remordimiento. "Es como cuando, hace años, leías cuantos periódicos caían en tus manos, dos como mínimo,  el local y alguno nacional", me digo, a modo de atenuante y para perdonarme el tiempo perdido. Pero lo que sucede es más bien lo contrario: ahora leo los periódicos como quien echa un vistazo a Instagram: repasando rápidamente los titulares y sólo muy de vez en cuando parándome a leer una pieza completa. Lo hago normalmente con los artículos de opinión, que son mi género periodístico preferido, y que cultivé con gusto durante diez años en un periódico local, hasta que me echaron... Pero el resto... A veces me sorprendo citando un titular en una conversación: "¿Te has enterado de que ha habido un terremoto de 2.1 grados en Arcos de la Frontera?", le comento a M., aficionado a estas cuestiones. "¿Sí? ¿Ha habido daños?", me pregunta. Y entonces me veo obligado a reconocer que no he pasado del titular y que, por tan

EL CASO DEL CUADRO ROBADO

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23/7/2019 Animosa A.: se rompió el fémur hace unas semanas y ya se ha recuperado lo suficiente para atreverse a salir, apoyada en unas muletas. Es una mujer extraordinaria, que a los setenta y muchos años conserva todavía la belleza de la que dan testimonio las numerosas fotografías suyas que, no sin coquetería, exhibe en su casa y en las que muestra un cierto parecido con Ingrid Bergman. También sus hermanas son bellísimas: las he conocido en estos días, en los que A. no ha dejado de recibir visitas. Otra, en sus circunstancias, se las hubiera arreglado con los turnos de ayuda que, más o menos a regañadientes, hubieran organizado sus hijos e hijas. A. no los tiene, y por eso cuenta con la asistencia, no de un hijo o dos, sino de decenas de personas que la quieren y con quienes ella misma ha sido generosa en otras ocasiones. Él único que se queja, en broma, es su marido, a quien la coyuntura quizá haya restado algo de su libertad de movimientos. Pero más bien sucede lo contrario: el

NOSTALGIE DE LA BOUE

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21/7/2019 Detesto esta sensación de embotamiento, que parece ser el precio que hay que pagar por los ratos de ocio en compañía. Llevo así dos días seguidos. E impremeditadamente. Anteayer, por ejemplo, habíamos salido al mediodía con la sola idea de tomar el aperitivo -un par de cañas, a lo sumo- y volver a casa a almorzar. Pero coincidimos en la barra con unos conocidos a quienes, como es costumbre aquí, invitamos a compartir nuestra ronda, a lo que ellos correspondieron con nuevas invitaciones que progresivamente fueron incorporando algunas raciones de comida. Pasamos de la cerveza a los vinos, y de éstos a los licores. En fin. Cuando desperté de la siesta tardía, a tumba abierta, ya era casi de noche.  Ayer la ocasión no conllevó la pérdida del día. Nos habíamos citado para cenar con unos amigos. Pero la terraza estaba concurrida y la comida se alargó más de lo previsto; y no es que estuviera mal: fue una velada muy agradable. Pero, cuando regresamos a casa, me ocurrió lo habit

UN DÍA EN SOLEDAD

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19/7/19 Es curioso que el ocio en soledad se traduzca, en mi caso, en una especie de hiperactividad: leo, pinto, escribo, pongo una película, ordeno los libros, miro el teléfono móvil. La verdadera inacción, en mi caso, requiere compañía. Mirar y escuchar a otro, en vez de buscarse a uno mismo en una multitud de espejos. Y qué descanso. * Un hombre sólo en una terraza despierta desconfianza. Y, si pide de comer, la impresión de que quizá está usurpando el lugar que correspondería a una mesa llena de comensales. La soledad, mal negocio. * Y si a la soledad se le une la condición del desocupado, mucho peor. De un desocupado se sospecha siempre que, en la economía general del universo, aquello que ha dejado de hacer de algún modo repercute en la parte de actividad que toca a los ocupados. Y si, encima -como fue ayer el caso, cuando fui a visitar a un amigo que labraba su huerta-, vienes a proponer que compartan contigo un rato de tu ocio, les parece qe lo que deberías h

BREVIARIO DEL TIEMPO LIBRE

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17/7/2020 La jornada laboral está sujeta a horarios; el tiempo libre, a límites. Sólo durante mi tiempo libre hago esfuerzos que ningún salario podría compensar. Llamar "tiempo libre" al que dedicamos a la vida social tiene menos de eufemismo que de autoengaño. Sé de algunos para quienes mi ocio sería el equivalente a una condena a trabajos forzados.  El verdadero objetivo de la persona sobrepasada por sus obligaciones no debería ser tener tiempo libre, sino liberarse del tiempo. Me las prometía muy felices con tanto tiempo libre por delante; pero me acordé de pronto de que tenía que comer, dormir, respirar... Sólo tendré tiempo libre de verdad cuando me libere, aunque sea por un rato, de la obligación de ser yo. Cuando no tengo nada que hacer, la propia nada es un campo lleno de posibilidades, es decir, de incitaciones a la acción. Nunca se está tan ocupado como entonces. Las artes nacen del ocio, que seguramente nació con la enfermedad o la inval

UNA NOVELA

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15/7/2019 En comisaría, para renovar el carné de identidad, no porque el que tengo haya caducado, sino porque, de tanto llevarlo en la cartera, que normalmente guardo en el bolsillo trasero del pantalón, el plástico del que está hecho, que debe de ser de poca calidad, se ha cuarteado y resquebrajado, y ya ha habido ocasiones en las que me han puesto reparos cuando he tenido que mostrar el deteriorado documento. También el policía que me lo ha pedido a la puerta de la comisaría ha debido reparar en ello. Me ha ordenado, de paso, que le abra el bolso que llevo colgado al hombro, en el que guardo el libro que estoy leyendo, mi libreta de dibujo y un juego de rotuladores. De alguna manera, no parece satisfacerle el resultado de su inspección; o eso es lo que creo cuando me espeta, cambiando ligeramente el tono de voz con el que se había dirigido a mí hasta ahora: "¿Puedo hacerle una pregunta?". Asiento con la cabeza, un tanto mosqueado. "¿Me dice qué está leyendo?". E

LO INTEMPORAL

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12/7/2019 ¿Hay que tomarse en serio los denuestos contra el honor -contra el peso de lo que entonces se entendía por "honor"- que contienen tantas obras de Lope? Los hubo en La dama boba , sonaron con gravísimas resonancias en El castigo sin venganza . Y ayer los volvimos a oír, de labios de la protagonista, en El perro del hortelano ; que trata, recuérdese, de una "dama muy principal" -así se describe ella a sí misma- que se enamora de su secretario, Teodoro, quien, a la vez que se deja querer, está en amores con una criada. Diana, la dama en cuestión, se impone a sí misma el deber de no ceder a sus sentimientos, porque ella misma encuentra degradante haber hecho objeto de los mismos a un inferior; pero, al mismo tiempo, no se resigna a dejar que éste se case con la criada. De ahí el título. referente a ese perro proverbial que "ni come ni deja comer". Pero lo curioso del caso es que, apenas un malicioso criado urde una treta para hacer pasar al secreta

PERTINENCIA

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11/7/19 Los colombianos que regentan el bar podrían ser padre e hijo. El local está decorado con carteles enmarcados que en su día anunciaron diversos eventos culturales, casi todos relacionados con el teatro, como es de rigor, aunque también hay algunos dedicados a actos literarios, casi todos ellos protagonizados por poetas hispanoamericanos. En uno de ellos, curiosamente, uno de los personajes que aparecen fotografiados se parece mucho al mayor de los dos camareros. Pero el hombre, a diferencia de otros dicharacheros compañeros suyos con los que hemos tratado estos días, es tan comedido y parece tan empeñado en limitar su trato a lo concerniente al servicio, que no me atrevo a preguntarle. Lo curioso es que estamos aquí por pura casualidad: en realidad, veníamos a la pizzería vecina, pero la hemos encontrado cerrada. Nuestra intención era almorzar algo sencillo y reservarnos para la cena. Así que, bajo la égida del camarero que quizá sea también poeta, damos cuenta del menú del

RUINAS

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10/7/2019 Impremeditadamente, el programa de representaciones que hemos cerrado es casi un ciclo monográfico dedicado a Lope de Vega. A la noche siguiente, El castigo sin venganza. Son curiosas las similitudes entre esta tragedia y la comedia de ayer. Ambas tratan de las prevenciones de un padre para intentar ajustar a sus deseos el futuro de sus hijos. Pero la tragedia introduce un matiz nuevo, quizá implícito en la otra, pero no enunciado en ella con la misma claridad: sobre el padre en cuestión, el duque de Ferrara, pesa un claro sentimiento de culpa por su vida disipada, de la que pretende redimirse mediante el matrimonio con la joven y pizpireta Casandra; lo que supone un inesperado motivo de preocupación para Federico, el hijo bastardo del duque, que quedará desposeído de sus derechos sucesorios si su madrastra da al duque un hijo legítimo. Naturalmente, hay alternativas. Si Federico se casa con Aurora, una rica heredera huérfana que el duque ha criado como si fuera su propia h

LO QUE HOY

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9/7/2019 Vistos en ropa de calle y cruzando la plaza, los actores que hace un rato habíamos visto representar  La dama boba  en un escenario al aire libre parecen otros: unos más altos de lo que parecían sobre el escenario, otros no tanto. La que hacía de protagonista, en particular, a la que su papel empequeñecía hasta hacer de ella poco menos que una niña, es -lo vemos ahora con asombro- una mujer casi tan alta como el chico que lleva a su lado, que en la obra, en los múltiples papeles que en ella interpretaba -de gañán, de fregona, etcétera- parecía mucho más alto y fornido. No se explica uno muy bien este trampantojo, salvo por el efecto ilusionista, no ya de la simple posición encumbrada sobre las tablas, sino del propio papel y de su interpretación, que es lo que hace que el público termine viendo en esta desenvuelta muchacha que ahora se dirige a las terrazas de la concurrida plaza lo que no es: una niña desvalida y un tanto desasistida de recursos intelectuales -hoy su grado

CÁDIZ-ALMAGRO

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8/7/2019 Cádiz-Almagro. Google Maps sugiere que la ruta más corta es la que implica desviarse de la autovía radial a la altura de Montoro (Córdoba) y cruzar Sierra Morena por la Nacional 420. El trayecto, asegura la mencionada aplicación, es cuarenta minutos más corto que si se sigue la autovía y se cruza por Despeñaperros. No sé. Lo que sí es cierto es que, a diferencia de la radial, saturada de tráfico, en la carretera nacional puede uno contar con los dedos de una mano los vehículos que se cruza entre Montoro y Puertollano, lo que es muy de agradecer en estos días de desplazamientos masivos a comienzos de julio. También el paisaje es agradecido. No tiene la espectacularidad de Despeñaperros, pero, por lo mismo, el paso, casi sin solución de continuidad, de los olivares andaluces al paisaje mesetario resulta incluso más sorprendente por producirse de forma gradual, que es tanto como si advirtiéramos en su diseño una elegante renuncia a los efectismos, una gradación de efectos

VÍSPERAS

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7/7/2019 El viaje que emprendo mañana me libra, entre otras cosas, de varios compromisos literarios. Casi me da reparo escribirlo (voy contra mi interés al confesarlo): cada vez siento más desinterés hacia la vertiente social, incluso diría que gremial, de la literatura, sus rituales, su pobre pero machacona mercadotecnia. Escribir es básicamente proyectar el pensamiento, y el ejercicio del pensamiento no requiere de ninguna de esas cosas... Añadamos, en fin, que uno tiende a ser insociable en casi todo, y no sólo en lo que atañe a la literatura. Quizá eso aclare las cosas. * Maleta hecha: la ilusión -la posibilidad- de una vida portátil. * Y un nuevo elemento que ha venido a sumarse a mis equipajes: los avíos de dibujo. Que empezaron siendo una libreta y un rotulador y ya incluyen un juego de pinceles con depósito de agua, una caja de lápices acuarelables y una decena de accesorios más. Mis conocidos se han habituado ya a verme sacar toda esa impedimenta mientras, po

PROTOCOLO

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5/7/2019 En la biblioteca municipal de PR. Hace años, recuerdo, una de las cosas que me gustaba de esta biblioteca, modesta pero digna, era su sección de revistas, en las que había algunas de referencia, desde Revista de Occidente a Clarín, además de Quimera, Ínsula, El Paseante y muchas otras. Hubo una época en que llevaba a mi hija por las tardes a no recuerdo qué actividad extraescolar que tenía lugar en unas dependencias colindantes. Yo la esperaba en la biblioteca, hojeando las revistas o curioseando en la sección de poesía, en la que encontré una de las primeras ediciones, si no la primera, del Ciclo de Bronwyn de José Eduardo Cirlot, cuyos extraños pero resonantes versos se me han quedado como emblema de esas tardes que hoy me parecen tan sumidas en un pasado insondable como el tiempo mítico del que habla el largo poema secuenciado de Cirlot. No he vuelto apenas por allí desde entonces. Y esta mañana lo hice porque tenía curiosidad por hojear el último número de Ínsula, q

SUEÑOS. UN DECÁLOGO

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3/7/2019 "La vigilia es al sueño lo que X a Y... ". Respecto a una y otro suelen decirse muchas cosas como ésta. Y todas tienen una cosa en común: son reversibles; quiero decir, lo que se predica del sueño en contraposición a la vigilia podría formularse al revés y seguiría siendo plausible. Lo único que realmente distingue a la vigilia de los sueños es que lo que sucede en éstos no tiene testigos. Quizá los sueños sean eso: la puesta en escena, ante la conciencia, de la posibilidad de una vida hecha de actos impunes. La tan mentada relación entre los sueños y la digestión es la misma que existe entre la vigilia y la digestión. Con una salvedad: lo que se come o bebe en los sueños no pesa ni se indigesta en la vigilia. O quizá sí, pero del mismo modo que nos indigesta, a veces, el relato de un banquete leído en un libro. No hay pornógrafo que haya igualado jamás el realismo de los sueños eróticos. No es igual no poder dormirse que desvelarse antes de tie

LA HIGUERA

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2/7/2019 Salimos a pasear y nos dan las once de la noche hablando en la plaza con los vecinos, que salen a la fresca a regar las macetas y arriates con los que adornan por propia iniciativa el espacio común. No todo, desde luego, es tan idílico como parece. Hay quejas, por ejemplo, sobre los destrozos que los vándalos de turno causan en ese patrimonio común. El otro día, cuentan, hubo quien, para llevarse unos tiestos de barro, que no cuestan nada, no tuvo el menor reparo en volcar la tierra y las plantas -éstas sí verdaderamente valiosas- que los ocupaban. Ha habido también problemas -y parece cómico, pero no lo es- a propósito de un burro al que su propietario deja suelto en la parcela comunal que ocupa el talud del mirador al que se abre a plaza y que los vecinos tratan de adecentar. El mencionado animal se come las plantas sembradas a tal efecto y su propietario arguye, no siempre de buenas maneras, que el burro estaba allí antes que esas plantas de ornamento y que tiene d

MANÍAS

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30/6/2019 Una gestión familiar me lleva a una sucursal de barriada de la caja de ahorros. Voy ya prevenido: sé que el director es correoso y que atosiga a su clientela, mayoritariamente compuesta de ancianos que cobran allí su pensión, para hacerles suscribir productos y servicios que no necesitan y, naturalmente, cobrarles por ellos. Él seguramente debe de tener la conciencia muy tranquila: Pero la verdad es que el panorama humano que ofrece la mencionada sucursal a primera hora de la mañana debería conmover a cualquiera. Es día de paga y al menos una treintena de ancianos hacen cola para cobrar la suya. De ellos, la mitad va en silla de ruedas o se apoya en andadores. Otros llevan bastón y sólo unos pocos parecen capaces de moverse por sí mismos sin un apoyo añadido. La espera es anormalmente larga: la cajera es inexperta y no está acostumbrada al trato con esta clientela que se explica mal y a la que le cuesta concretar sus peticiones sin añadir toda clase de explicaciones inn