INAPETENCIAS
24/9/2019
Cuando K. parece haber recuperado el apetito, después de la racha de indigestiones e inapetencias -a las que se suman ahora los remilgos de gata mimada adquiridos durante la etapa de cuidados, tales como preferir la comida blanda para gatos inapetentes y rechazar el pienso-, en su cuenco aparecen... hormigas, que ya sabemos que son causa inmediata de que rechace cualquier comida que haya tenido contacto con ellas. Hacía semanas que no las veíamos y pensábamos y que se habían ido con el declinar de la estación. Pero no: han vuelto las calores y con ellas las hormigas, en este otoño anómalo que no acaba de definirse. Para evitar que invadan la comida de la gata, pongo el cuenco en un plato lleno de agua, creando así un foso que les impida el paso, como en un castillo medieval. Naturalmente, la comida sigue al alcance de la gata. Pero, como es tan desconfiada, la novedad del plato y el agua la hacen dudar: se acerca, olisquea el tinglado y... se va sin probar bocado. Así que tenemos un problema añadido más. El diarista Amiel, en una de las entradas que escribió a pocas semanas de su muerte, ironizaba sobre el epicureísmo asociado a la enfermedad. También la gata ha descubierto los placeres de ser mimada y displicente. Sólo le falta escribir un diario y contarlo.
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