Devaluar

29/1/2020 Finalmente, lo que más criticaron los participantes en el club de lectura fue la morosidad del preámbulo. En eso les sucedía lo que a mí con las películas de aventuras que solía ver cuando tenía su edad. Recuerdo, por ejemplo, cuando vi Tambores lejanos de Gary Cooper -entonces las películas eran "de" los actores protagonistas, y no de tal o cual director: todavía no nos habíamos abonado a las teorías sobre la autoría que puso en boga la nouvelle vague -, la casi angustiosa espera con la que asistí a los interminables minutos durante los que los protagonistas se presentaban, se planteaba el elemento amoroso, se asignaban las misiones que cumplir, etcétera. Más allá de esos preámbulos -lo sabía por los avances- se extendía una película plena de acción, pero cuánto tardaba en empezar lo bueno... Algo así me decían estos jóvenes lectores: es a partir del segundo capítulo, cuando empiezan "a pasar cosas", cuando la novela llega a engancharles. Bueno. Para