Teletrabajo

20/4/2020 Escribo en este cuaderno mientras asisto a una videoconferencia. En la pantalla se me ve trastear, quizá, pero nadie sabe qué estoy haciendo. Extraña sociabilidad ésta, que interpone entre los interlocutores la barrera que siempre supone una pantalla, y que tiene ciertas concomitancias con la barrera física que, en la calle, supone llevar mascarilla o las manos enguantadas. Lo que no significa, en fin, que hayamos hecho algún provecho a favor de la reserva y salvaguarda de la intimidad o la atenuación de la exhibición permanente en la que parecemos vivir desde que se generalizaron las llamadas "redes sociales". Espío a mis interlocutores desde mi pantalla y reparo en inesperados detalles en el espacio desde el que hablan. X., por ejemplo, de quien no tenía noticia de que cantara o tocara algún instrumento musical, tiene una guitarra apoyada contra la pared: veo el mástil asomar a su espalda. A Y. la acompaña un perrillo insignificante y de muy buenos